4/9/12

Un sueño hecho realidad




Siento tu cálida mano aferrada con fuerza a la mía, y te correspondo como mereces. La tarde va pasando, las aceras de la ciudad se van deslizando suavemente bajo nuestros pies. Y el aire, que el atardecer va refrescando paulatinamente, nos acaricia el rostro, juguetea con mis cabellos sueltos, y me embriaga cada vez que trae a mi nariz el sutil olor de tu after safe. Tus palabras me alhajan los oídos y el alma. Tu conversación me enamora, y me cuentas entre líneas que eres alguien muy especial. Y yo presumo por toda la ciudad de ti, yendo de tu mano por todas sus calles. Ocupamos un banco en un parque, el de artillería me has dicho que se llama, y bajo la fresca sombra que nos cobija, me pierdo en tus ojos, mansos, ávidos de amar y de vida. Como los míos, como mi alma. Poco después me arrastras colina arriba hacia uno de los miradores de la ciudad, que a nuestros pies, va languideciendo mientras el sol alarga sus sombras. A unos pocos cientos de metros, desde el puerto el viento nos regala su soplo salado, teñido de solemnidad por las campanas de la catedral que le dispensan sus repiqueteos, siempre puntuales. Y esa brisa marinera salpicada de mediterráneo, pone la magia suficiente para que, por un instante, nuestros alientos se entremezclen. Un simple roce, los ojos entornados, y mi acelerado corazón ya te pertenece para siempre.

La velada ha sido excepcional. Jamás pensé encontrar en un sitio como este, un chico como tú.


¿Ha sido realidad, o lo he soñado?

Han pasado ya dos días, y esos recuerdos que llevo tatuados en mis retinas de tu rostro, tus gestos, tu ojos; tu voz en mis oídos, se han ido difuminando. ¿Cómo es posible, que algo que se llega a amar en unos segundos, y que tanto anhelas volver a tener a tu lado, volver a sentir como tuyo; se haya desvanecido tan rápidamente?
Porque así lo siento. Hoy miro mi mano vacía, y siento la falta de la tuya. Sola. Solos se cierran mis dedos sobre la palma. ¿Fue real, o tan solo un sueño? Necesito sentir otra vez el tacto de tu piel, y tu fuerza, agarrándome, porque así sabré que esa tarde inolvidable, fue una certeza. Una de las más grandes en mi vida.

He escuchado hace un rato tu voz a través del móvil, y lo sé. Fue un sueño, hecho realidad.

8 comentarios:

Iris Martinaya dijo...

Que bonito!!! Yo quiero una tarde como esa!

Espero que se repitan, muchas, muchas, muchas!!

Besos

Lilyka dijo...

Que lindo esta!!! Es bonito cuando otra persona nos hace soñar de esa manera.
Me gusto mucho Luz, bendito sea el que te da la inspiración. Es bueno saber que mi amiga es feliz.

J.P. Alexander dijo...

muy lindo gracias por compartirlo y espero que este bien y te mando un beso

Lu Morales dijo...

Gracias chicas!
Pues sí, por ahí hay alguien especial que me inspira, y ya me ha regalado momentos con este.
Que tengáis una feliz noche!
Besos!

Meryross dijo...

LU! bello relato que me hizo estremecer ,eres una genia
besitos

El moli dijo...

¡Guauu! Lu, que preciosa imagen de amor adolescente, nos haz dado, muy romántica, entremezclas el sueño y la realidad, ¡Hermoso!.
Un abrazo y gracias por tanta ternura.

Rosa de los Santos dijo...

que te has enamorado , seguro !!! suerte !! besosss

Lu Morales dijo...

Gracias Mery, Rosa y Moli por vuestras palabras!!!

El amor, tanto si te pilla de repente a los 13 años como si viene en el último momento a los 90, es siempre adolescente. Porque te atrapa sin tregua ni cuartel, te llena el cuerpo de mariposillas, y te pinta la vida de colores, sea cual sea tu edad o condición.