"siguiendo la enorme conjetura de la prensa de las últimas semanas, es mi deseo confirmar que padezco sida. Sentí que era correcto mantener esta información en privado hasta el día de la fecha para proteger la privacidad de los que me rodean. Sin embargo ha llegado el momento de que mis amigos y fans de todo el mundo conozcan la verdad, y espero que todos se unan a mí, a mis médicos y a todos cuantos luchan por combatir esta terrible enfermedad, para luchar contra ella. Mi privacidad ha sido siempre muy importante para mí y soy famoso por no dar prácticamente entrevistas. Esta política continuará"
Así lo anunciaba el 23 de noviembre de 1991, confirmando los rumores de que era seropositivo. Al día siguiente moría en su casa de Londres de una bronoconeumonía complicada por el VIH
Los éxitos de Queen no pasan de moda y él tiene la mayor parte de culpa. Controvertido hasta el último de sus días, pero un genio con un gran talento, un músico de los pies a la cabeza, y un showman desde que ponía un pie en el escenario.
Y es que lo tenemos muy presente en las emisoras de radio a diario.
Show must go on es una leyenda viva. Con este tema Queen cerró su último disco, y su carrera como grupo, con Freddie aún vivo (moriría seis semanas después de ser lanzada). La banda quiso así despedirse de su público, lanzando con la inigualable voz de un Mercury moribundo un mensaje al mundo entero, simplemente eso, el show debe continuar.
Una de las primeras referencias que tengo yo de él, fue cantando Barcelona con nuestra Montse. Fue elegido himno oficial de las Olimpiadas de Barcelona '92. No llegó a verlas, moría de una bronconeumonía en la madrugada de un 24 de noviembre, año de 1991.
Quién no lo tiene en la retina de los ojos grabado a fuego aquel lejendario I want to break free, con su melena, su bigote y su buen par de tetas?
Y para cerrar mi humilde homenaje al gran Feddie, retomando las baladas heavys que empecé hace unas semanas, cierro hoy con esta Who wants to live forever
Que sigua el show, Freddie.